Hace un año exacto, el 9 de septiembre del 2010 (lo recuerdo perfectamente porque Facebook me lo acaba de recordar) pasó algo que no a mucha gente le ocurre: me encontré 5 lucas en el suelo, en Grecia con Macul, entre el McDonalds y la Shell. Si recordamos que el karma es energía trascendente que se deriva de los actos de las personas y por otro lado la tercera ley de Newton nos dice que Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria, verán que me fue fácil deducir que si no hacía alguna buena acción me iba a ocurrir algo malo. Cinco lucas malo. Así que pensé que podía hacer que contrapesara de alguna manera lo anterior. Y la solución se me apareció literalmente al frente de mis ojos. 
Cruce la calle, entré al Jumbo y me puse a trabajar de empaquetador, en la caja donde en ese tiempo trabajaba Rocío. Sólo me paré ahí y empecé a meter las cosas de la gente en bolsas, lo que es entretenido porque: 
– Primero: nadie del Jumbo me dijo nada ni a nadie le pareció raro que hubiera un empaquetador sin disfraz.
– Segundo: la gente insistía en darme monedas por mi trabajo (las que no podía aceptar por la naturaleza de mi trabajo) y cuando les explicaba las razones por las que lo hacía sonreían y se iban.
– Tercero: Rocío, no se dio cuenta que el empaquetador era yo hasta 20 minutos después cuando le dije “Hola Rocío” y me miró con cara de “¡¿Cuanto rato llevai acá?!”
En fin, después de eso no me pasó nada malo. Queda entonces demostrado.

El mensaje de Facebook que me recordó que esto pasó hace un año ya.

1 comentario

  1. x'DQué cuestión más chistosa. Efectivamente, si no me dices "hola" jamás habría notado tu presencia. Próximamente venderé arvejas en la feria dominical en Santa Cruz, exijo que vayas y al menos compres xD

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