No suelo ponerme nervioso. Soy una persona que no le teme al ridículo, quienes son mis amigos lo saben bien. Por ejemplo una vez nos tiramos con algunos chicos del ya extinto pasquín Boletines Sei al Centro de Estudiantes de Ingeniería y en uno de los foros (esas reuniones donde son todo pajas mentales y no se llega a nada) terminé mi discurso tipo corriente de la conciencia de 5 minutos sin decir nada con “Bueno…. todo es un ciclo, como el del agua. Gracias”. Solo por hacer el ridículo.

Pero una vez me puse MUY nervioso, cuando me titulé. Mal que mal son un kilo de años en la U y no la podía cagar… así que la requetecagué: olvidé completamente palabras de uso común como “recursivo” o “complejo” y utilicé lenguaje de señas en el primer caso y la notable palabra “brígido” en lugar de la segunda.

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Sthepen estaría orgulloso.

Cuando dije “El método es más ….  estem, brigido” (por soltar la primera palabra en mi mente en vez de estar uno de los veinte minutos que dura el examen de titulación intentando recordar como se decía “complejo”) pude notar que la cara de los profesores se desfiguraba en una mezcla de estupefacción y una carcajada interna que no podía salir en una reunión tan seria como lo es la titulación. Luego todo salió bien, los resultados eran excelentes y la memoria estaba tan bien escrita que me salvó, incluso me dio la nota para ser “titulado con distinción máxima” lo que no sirve mucho, es como las estrellitas en el kinder que tu mamá pega en el refrigerador, pero igual… no todos la hacen.

Uno de los profes aún cada vez que me ve, me huevea y dice “¡Hola Brigido!”…. Otro cree que soy terrorista por este incidente.

1 Comentario

  1. Recuerdo ese día perfectamente, estaba en la pega rezando por que te fuera bien, luego te llamé y te habías titulado!!!!

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