Se despertó y tras algunos minutos salió de la ducha. Cerró bien la puerta de su casa y caminó, como todos los días al metro. Hizo combinación y se subió a la 506, como todos los días. Se fue hasta el fondo de la micro, pues sabe que la gente del fondo se baja antes y así se puede ir sentado. Y así fue.

Tras unos 20 minutos se sienta una mujer bastante bonita a su lado. Él saca su cuchillo como todos los días y mientras ella se pone blanca de miedo. Comienza a hacer muchos cortes, quitandole pedazos, hasta que en su mano sólo quedaba el corazón de la manzana …

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