La Universidad de Chile jugó hoy su partido de la fecha 10 en el Estadio Nacional frente a Universidad Católica, con 43.850 almas en las tribunas. Como viene siendo costumbre, la previa fue bien movida: la autoridad otra vez decidió cambiar el horario para hacerlo jugar de día. Decían que las puertas se abrían a las 13:00, pero eso no pasó hasta pasadas las 13:30. Apenas tomamos asiento, notamos que ya estaba instalada esa cámara aérea que cuelga de las luminarias y que permite grabaciones espectaculares. Un detalle que le da un aire más pro al espectáculo, que nada tiene que envidiar a partidos internacionales de competencias europeas.












Este clásico universitario no era cualquier partido: era el clásico número 200 entre ambos. Y por nuestro lado, tuvimos un invitado de lujo, el ex-jugador Walter Montillo, que bajó a la cancha a saludar y se llevó el cariño de toda la gente como siempre. En la UC tampoco se quedaron atrás y trajeron a Gary Medel y Eugenio Mena.



El partido fue trabado. Algunos dirán que el árbitro Franco Jiménez “dejó jugar”, pero para mí, sin vueltas, el tipo vino a puro huevear. La U manejó el balón, pero fue un partido más bien apagado, sin muchas llegadas claras. Con el correr de los minutos, daba la sensación de que Católica se conformaba con lograr un empate en el Nacional, con su arquero haciendo tiempo y sus jugadores sendos piscinazos.


































Hasta que en la última jugada del partido, cuando ya parecía cerrado, aparece el Tucu Contreras. Una desinteligencia en la defensa cruzada, y Golazo. Se rompía la igualdad y explotaba el Nacional como en los viejos tiempos. Euforia total. Clásico ganado, y de la mejor forma. Esta vez no hubo como grabar el gol, jajaja.







El futuro de la U está lleno de partidos: en apenas 10 días tenemos 3 encuentros, dos por la Libertadores y otro por Copa Chile.
Adelante estudios.