Tuvo que pasar un año y una pandemia para empezar a escribir esto, pero más vale tarde que nunca.

Mal conocida como Isla de Pascua, Rapa nui es una isla de origen volcánico ubicada a más de 3500 kms de Chile continental. Su forma es la de un triángulo rectángulo, con catetos de 16 y 17 kms y cuyos vértices son volcanes. En la isla todo queda cerca: no hay dos puntos de la isla que estén más de 24 kms entre sí.

Ir a Rapa Nui es considerado un vuelo nacional, por lo que no hay problema en llevar comida como equipaje en el avión. Esto puede hacer tu viaje mucho más económico pues comer en la isla es riquisimo, pero a veces muy caro.

Si bien este lugar es famoso por sus cabezas humanas gigantes (igual que don Francisco), posee otras maravillas que vamos a detallar acá. La idea es hacer un recorrido que se basa en la cronología de la isla, pasando por Anakena, donde desembarcó Hotu Matu’a cerca del siglo IV, la construcción de diversos Ahu y moais (entre el 700 y el 1600 d.C.), hasta su perfeccionamiento en Vinapu, la crisis social causada por sobrepoblación y devastación del ecosistema que provocó la rebelión contra la jerarquía establecida haciendo de Las cuevas refugio para escapar de estas guerras internas, el surgimiento de un nuevo rito ceremonial para escoger un líder en Orongo. La aparición de los invasores europeos, que trajeron esclavitud y enfermedades que casi extinguieron a los nativos locales y el fracaso de la colonización chilena que termina con el alquiler de Rapa Nui a la compañía Explotadora de Isla de Pascua, que sometió a los nativos a un área de mil hectáreas en lo que ahora es Hanga Roa. Al menos después se construyó el aeropuerto MataVeri, que a pesar de ser un monopolio de Latam, permite la entrada de dinero a la isla por turismo y mejora la calidad de vida de sus habitantes. Finalmente, desde hace menos de 20 años, se considera a la isla un territorio especial dentro de Chile y con ello se busca proteger los derechos del pueblo originario Rapanui sobre sus tierras, recursos y el respeto a su organización social y cultural.

Gran parte de la isla es un Parque Nacional por lo que primero se debe comprar una entrada que sirve para acceder a casi todos los lugares de interés. Además se debe tener mucho cuidado al hacer la visita, puesto que es ilegal dañar el patrimonio arqueológico de Rapa Nui.

El recorrido de la isla se puede realizar de distintas maneras que van desde tomar un taxi (que tiene tarifa tipo aeropuerto), se puede arrendar bicicletas, jeep e incluso motos de cuatro ruedas. Lo visitado se resume en el siguiente mapa:

Anakena

Es la principal playa de Rapanui y literalmente una playa paradisiaca: arena blanca y agua transparente a unos agradables 20°. Fue aquí donde desembarcó el ancestro fundador del pueblo Rapa Nui, el ariki Hotu Matu’a, y es por lo tanto la cuna de la historia y la cultura de la isla. Toda esta zona constituye un denso yacimiento arqueológico, pues no solo contiene importantes centros ceremoniales sobre y bajo la superficie sino también sitios habitacionales y otros vestigios de primordial relevancia para entender el pasado de la isla.

Los Ahu

En el idioma rapanui los Moai se llaman Moai Aringa Ora, lo que se traduce en “el rostro vivo de nuestros ancestros”. Los más de novecientos moáis conocidos esculpidos por los antiguos rapa nui están distribuidos por toda la isla y la mayoría de los moais están sobre una especie de plataforma rectangular de piedras, llamada Ahu. Las más grandes medían hasta 200 metros de largo y tuvieron hasta 15 estatuas levantadas.

Para entender la importancia de los Ahu es necesario aclarar que los nativos de la isla creían que cada ancestro tras morir dejaba una energía llamada mana con la cual influían en los vivos, con lo que cuando un líder o miembro importante de la tribu fallecía, los isleños construían los ahu para enterrarlo bajo las rocas (es decir, poseen los restos de los nativos) y luego levantaban uno o más moais de manera de que su energía se canalizara en este gigante de piedra, trayendo beneficios para toda la isla.

Existen muchos de estos Ahu en la isla, siendo una de sus mayores atracciones:

Ahu Tahai – Ahu Vai Uri – Ahu Ko Te Riku

Ubicado en Hanga Roa, es un lugar espectacular para ver la puesta de sol. Es un complejo ceremonial que ilustra cómo se modificó el paisaje isleño ya que para su construcción se rellenó el terreno con miles de metros cúbicos de tierra y piedra. Además se aprovechó el relieve natural para realizar las plataformas religiosas que se funden con el paisaje y forman un espacio continuo de un extremo a otro del complejo. Además de los 3 Ahu denominados Vai Uri, Tahai y Ko Te Riku, el complejo presenta un atracadero de canoas, y varias otras estructuras arqueológicas típicas de los centros ceremoniales y asentamientos de élite.

Ahu A Kivi

De acuerdo a una tradición los 7 moai de este ahu, representan a los jóvenes exploradores enviados a investigar la isla antes de la llegada de los colonizadores liderados por Hotu Matu’a. Al igual que otros ahu, este centro ceremonial presenta una orientación astronómica, y que sus moais miran directo al sol poniente durante los equinoccios. Tiene la particularidad de ser el único Ahu que mira hacia afuera de la isla, todo el resto mira para adentro.

Ahu Tongariki

Es la mayor construcción de la isla. 15 diversos gigantes de piedra le dan la espalda al mar, sobre un Ahu de 100 metros de largo y más de 4 metros de alto que los sostiene y protege. El más pequeño de los moais mide 5.6 mts y el más grande 8.8 mts. Solo una posee el pukao (tocados rojos que van sobre los moai) que representa el peinado que se hacían los hombres de la isla, como un actual tomate.

Lo que se vé actualmente es una reconstrucción. Cuando el tsunami provocado por el terremoto de 1960 en Valdivia llegó a la isla, los moai del ahú ya se encontraban en el suelo por disputas tribales, pero el estado de conservación del ahu era relativamente bueno. Las olas de hasta 10 metros de altura que viajaron 6 horas y se internaron más de un kilómetro en la isla cambiaron eso, destruyendo algunos moais y otros rodaron quedando boca arriba por primera vez en siglos.

A pesar de eso, el tsunami dejó información trazable por el equipo de Claudio Cristino determinando en qué lugar podría haber estado cada pieza de este rompecabezas.

Ahu Tongariki en 1956, antes del maremoto.

Fue en 1991 junto con Patricia Vargas que lideraron el proyecto donde estos moais fueron restaurados en conjunto con la empresa japonesa Tadano que donó una grúa para esta tarea.

Loki Stari (@lokistari) | Twitter

La compleja restauración duró 5 años, más que nada porque se encontraron los restos de otros 17 moais destruidos (y reciclados) para hacer la antigua plataforma, cosa usual dentro de la larga historia de la isla.

Finalmente durante 1994 y 1995 se colocaron sobre la nueva plataforma las enormes figuras con ayuda de la grúa de Tadano, y en 1996 se finalizaron los trabajos con el levantamiento de las alas laterales del ahu. Entre 2003 y 2006 se realizaron manitos de gato para corregir errores constructivos y para aplicar impermeabilizantes que protegen los moai contra la erosión.

Ahu Vinapú

Este complejo arqueológico abarca dos ahu de gran monumentalidad. Al igual que otros centros ceremoniales, todos los moais fueron derribados. El ahu principal también llamado Vinapu posee uno de los más finos trabajos de la arquitectura isleña con bloques de piedra de varias toneladas ajustados con gran precisión y orientado astronómicamente. Este muro es muy similar a las estructuras que se observan en Machu Picchu (Perú) y ya muchos expertos aseguran que existió un posible contacto indígena entre sudamérica e Isla de Pascua.

Canteras

Existen dos tipos de materiales con los que se construyeron los moais: toba lapilli. (proveniente de Rano Raraku) y escoria roja (proveniente de Puna Pau, para los pukaos)

Rano Raraku

Es uno de los sitios más impresionantes de la isla. Desde este lugar fueron transportados los moai a distintos sectores de la isla. Es más que un gigantesco taller megalítico, pues también representa el máximo desarrollo de la cultura antigua y a su vez refleja el abrupto declive que la transformó.

El recorrido es un sendero que incluye las laderas salpicadas de decenas de estatuas de diversos tamaños, posiciones y estilo (que forman un cuadro espectacular para quienes lo visitan) pero además es posible visitar el volcán del mismo nombre que tiene una altura de 160 metros, un cráter de 700 metros de diámetro y una laguna de agua dulce en su interior. La laguna tiene unos 4 metros de profundidad y fue formada por las constantes lluvias de la isla.

Puna Pau

Es un centro volcánico de escoria roja, donde se tallaron los pukao, también conocidos como los “tocados” de los moai. Nos permite conocer más sobre la tecnología y el arte Rapa Nui. Existen alrededor de 20 pukao de grandes dimensiones listos para su transporte. Algunos de estos pukaos muestran petroglifos que representan canoas y signos tribales.

Los pukaos de Puna Pau son distintos a los que se ven en los ahu: son de mayor tamaño pues no están terminados.

Cavernas

Existen diversas cuevas subterráneas cargadas de historia de la cultura rapanui. Si se suman toda la longitud de las cavernas de la isla se pueden superar los 10 kms de longitud, lo que es mucho en una isla tan pequeña. Es necesario ir con una linterna o al menos con tu celular. Al igual que todo en la isla es de origen volcánico y estas cuevas fueron utilizadas como refugios temporales para los isleños pescadores y luego durante las guerras internas, tanto para dificultar la entrada a los enemigos y como cárceles. Incluso hay guías que comentan que durante la búsqueda de esclavos por parte de los europeos, los nativos también las usaban como refugio.

Ana Te Pahu

A diferencia de las otras cuevas, está no da directamente con el mar, pero tiene otras grandes maravillas. Es la más grande de la isla, hay restos arqueológicos sorprendentes y regalos de la naturaleza como panales gigantes de abejas, un tragaluz gigante y árboles que crecen en el interior y salen por agujeros en el techo.

Ana Kakenga

También conocida también como la cueva de las dos ventanas, es uno de los grandes destinos de Isla de Pascua. Si quieres ver desde la altura cómo las olas rompen, no te puedes perder este paseo de 50 mts bajo tierra no apto para claustrofóbicos.

Rano Kau

En el principio de su historia, los Rapa Nui veneraban con fuerza a sus ancestros muertos. Ellos eran el principal eje de su religión y los representaban construyendo los enormes moais. Tras la crisis social la cultura rapanui mutó a una meritocracia pura, donde los gobernantes se escogían mediante pruebas físicas extremas: el Tangata Manu, un ritual al Hombre Pájaro que es la representación terrenal del dios Make Make.

El objetivo era claro: obtener el huevo puesto por el Manu Tara (Onychoprion fuscatus luctuosa) en alguno de los 3 islotes surponientes cerca del Volcán Rano Kau y la villa Orongo.

Orongo

Es el sitio arqueológico y centro ceremonial más grande de toda la isla.

Los participantes llegaban a Orongo y vivían unas semanas en las 54 casas de la aldea donde podían planear su estrategia antes de la competencia.

Existen más de 1700 petroglifos que adornan el lugar. Esto convierte a Orongo en la zona con más arte nativo de toda la isla.

Rano Kau

Muy cerca de Orongo está el Volcán Rano Kau, cuyo cráter ahora es un humedal. El cráter se encuentra a una altura de 324 metros y forma un círculo casi perfecto de más de un kilómetro de diámetro.

Hanga Roa

Durante los primeros años de historia, los nativos pascuenses vivían y ocupaban todo el territorio de la isla, no sólo Hanga Roa. En el siglo XIX y cuando ya la isla era parte del territorio chileno, este país decidió arrendar el terreno de Rapa Nui a una empresa Escocesa que se instaló en el lugar para levantar sus negocios, específicamente la exportación de ovejas. Con el terreno arrendado y sin ninguna preocupación de Chile por los nativos, la empresa escocesa tuvo poder para hacer lo que quisiera sin que nadie lo impidiera. Fue así que limitó a sólo 1 kilómetro a la redonda el espacio donde podían vivir y moverse los isleños, justamente en Hanga Roa. A mediados del siglo XX que la población nativa se rebela y lucha contra quienes los explotaban.

Actualmente es la principal localidad y puerto de Rapanui, y donde vive casi el 90% de la población, y si quieres visitar la isla es donde vas a alojar. Además Hanga Roa es donde están los mejores restaurantes donde los platos basados en pescados son los imperdibles.

Imagen
Ceviche <3

El puerto de Hanga Roa es un lugar hermoso, donde es posible ver peces tropicales y tortugas verdes que se acercan a la orilla para alimentarse de algas y restos de pesca entre los botes .

Además de lo anterior, es posible ver al igual que en toda la isla, a los dos únicos reptiles terrestres: el geko blanco (Lepidodactylus lugubris) conocido localmente como moko uru-uru kau. La otra especie es una pequeña lagartija (Ablepharus boutoni poecilopleurus) llamada moko uri uri, de coloración más oscura. Seguramente ambos llegaron a Rapa Nui de forma accidental, transportados sobre maderos o en las canoas de los primeros inmigrantes.

También hay arañas como esta Scytodes fusca que estaba haciendo su saquito con huevos <3

Rapa nui es un lugar maravilloso, ideal para desconectarse del mundo y ciertamente me gustaría volver algún día. Yo fui como luna de miel, y valió completamente la pena, incluso la parte en que el viento me botó la cámara con trípode y todo al suelo volcánico y la hizo bolsa, o la parte en que la cucaracha decidió volar.

El que viaja y lo comparte viaja dos veces. Y eso en tiempos de pandemia es invaluable.

Adelante Estudios.

Referencias:

https://www.parquenacionalrapanui.cl/

Aportes históricos varios: Taty Oyarzo.

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