La Universidad de Chile recibió a Cobresal por la fecha 18 del Campeonato Nacional, en un lamentable horario: lunes a las 18:00 horas. A pesar de eso la hinchada llegó y hubo 26.521 asistentes en un partido que volvió a evidenciar la clara dependencia del equipo por Charles Aránguiz. Se perdió el invicto como local frente a un rival que apeló a todas las mañas típicas de un equipo chico, de esas que ya hemos comentado en otras ocasiones.




































El gol de Cobresal lo convierte un jugador que cabecea solo a una esquina que Castellón no logra llegar. En mi opinión, desde la banca no se tomaron las decisiones correctas. Era evidente que había que hacer cambios, pues lo de Nicolás Guerra ya no daba para más, pero las modificaciones que se hicieron no ayudaron en nada. Sacar al único ‘9’ que tenemos para meter jugadores cuyo único plan era lanzar centros al vacío no parece una buena idea. Tampoco fue acertado hacer ingresar a un jugador que venía saliendo de una lesión tras un mes sin jugar, y darle medio tiempo completo y al final tuvimos la chance del empate, que no llegó pues Lea no es Charles y falló desde los 12 pasos.
Aunque aún quedan 12 fechas por disputar, el sabor que deja este resultado es amargo. Puntos como estos, desperdiciados en casa, fueron los que terminaron hipotecando el campeonato anterior. El futbol da revanchas y este mismo sábado tenemos un partido con Unión Española donde Universidad de Chile se debe sacudir la derrota y salir con todo a ganarlo.
Adelante estudios.