Esta es una de las recetas más simples que uno puede intentar hacer. Cuando uno es niño regularmente evita comer estas verduras, pero mientras más pareces adulto, más te van gustando.
 
Uno necesita una berenjena, harina y leche o vino.
 
La berenjena se pica en tiras, tal como si hiciéramos papas fritas (juliana)
 
Se prepara el aceite y las berenjenas se humedecen con vino o leche y se agrega harina para apanarlas. También se puede usar un huevo para lo mismo.
Se giran dentro del aceite y se retiran.
Deben quedar así. Agregar sal a gusto y ¡listo!. Acompañar con arroz o papas duquesas.

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