Universidad de Chile venció 4 a 1 a Unión Española en el Estadio Nacional frente a 34.949 personas. El encuentro marcó el regreso de Marcelo Díaz tras su suspensión derivada del Superclásico, así como el retorno de Di Yorio luego de una lesión.

Sin embargo, el partido comenzó cuesta arriba: desde los días previos, los lloriqueos del DT del clásico rival daban a entender que a La U “le regalan” penales y tarjetas rojas… aunque, históricamente, los verdaderos beneficiados suelen ser ellos. Los llantos no sirvieron pues igual hubo un “Aránguiz (P)” en el marcador: en una jugada donde al menos correspondía tarjeta amarilla por una dura falta contra Charles, el árbitro optó por dejar seguir. Unión Española, con ventaja en esa acción, terminó fabricándose un penal que Pablo Aránguiz convirtió y celebró con todo.

La alegría panadera duró poco: diez minutos después, Altamirano, tras un arrastre de marcas de Hormazábal y una genialidad de Charles, impone la igualdad para La U antes del entretiempo, encendiendo al Nacional y dejando la sensación de que lo mejor estaba por venir.

En el complemento, la historia se pintó azul. A los 56’, Tras un carrerón de Lucas Assadi, el otro Lucas, Di Yorio vuelve a las redes tras su recuperación, desatando un grito contenido por semanas.

El tercero llegó a los 78’ gracias a Lucas Assadi, quién había estado intratable, aprovecha un regalo de la defensa hispana.

Y para cerrar la fiesta, el Tucu Contreras, a los 84’, selló el 4-1 definitivo que dejó a La U celebrando por todo lo alto.

Una tarde redonda: regreso de figuras, goleada, y un Nacional que despidió a sus jugadores cantando con convicción.

Epilogo: La Salida

Generalmente la salida es bastante expedita, puesto que existen varias maneras de alejarse del Nacional, pero lo de hoy fue indignante: los pacos culiaos nos tuvieron 40 minutos en una micro llena esperando… en verdad no sé para qué. Dos neuronas se necesitan para entender que mientras antes la gente se aleje de una aglomeración gigante, menos probable es que ocurra alguna catástrofe, por lo que no puedo pensar que no es a propósito. Una gota más en el vaso ya rebalsado de lo horrible que ha sido el manejo gubernamental y de las autoridades estos últimos años en lo que al fútbol se refiere.

Adelante estudios.

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