Universidad de Chile volvió con todo a la Copa Sudamericana y lo hizo a lo grande: goleando 5-0 a Guaraní de Paraguay, en un Estadio Nacional repleto y con casi 40 mil almas alentando sin parar. Llegué temprano, como manda mi cábala, a fin de sentarme en el mismo lugar de siempre. Esa rutina me permitió disfrutar de la previa con calma: ver cómo se instalaban las banderas gigantes y lienzos en galería y ubicar con claridad dónde estaban las cámaras de Andes, montadas sobre andamios que la gente suele tapar cuando el estadio está lleno.

La U venía de una buena fase de grupos en Copa Libertadores, donde sumó 10 puntos y quedó fuera por muy poco, clasificando como el segundo mejor tercero. Así, accedió a los playoffs de la Sudamericana con sed de revancha y con un plantel decidido a dejar huella.

Algo especial que no pasó desapercibido fue el parche que la U lució bajo el hombro derecho: un distintivo reservado solo para los equipos que han conquistado la Copa Sudamericana. Un gesto simple, pero cargado de historia y orgullo, que recordó aquella inolvidable campaña del 2011.

El partido comenzó con intensidad y rápidamente se inclinó a favor del “Romántico Viajero”. Antes de los 20 minutos, una gran jugada de Lucas Assadi terminó con una falta dentro del área.

El árbitro argentino Leandro Rey no dudó y sancionó penal. Charles Aránguiz, con toda su experiencia, lo transformó en gol para abrir el marcador.

Sobre el cierre del primer tiempo, el panorama se puso aún más favorable para la U tras la expulsión del defensor paraguayo Mario López, quien recibió su segunda amarilla por una dura entrada sobre Rodrigo Contreras.

Segundo Tiempo

Con uno más y el marcador a favor, la U salió en el segundo tiempo a matar el partido. Y así fue.

Entra Lucas Di Yorio por Maximiliano Guerrero. A los 57 minutos llega el segundo: una buena jugada por derecha terminó con un centro bajo, un rebote en el área y la aparición de Javier Altamirano, que con zurda colocó el 2-0.

Dos minutos después, cuando aún estábamos celebrando, Lucas Assadi puso el tercero tras una gran pared con Matías Sepúlveda y una definición precisa.

Pero los azules no se detuvieron. El cuarto gol fue obra de Fabián Hormazábal, quien sacó una volea desde fuera del área que dejó sin reacción al arquero rival.

La fiesta se cerró a los 87’, cuando Felipe Salomoni, recién llegado e ingresado, metió una asistencia perfecta para Nicolás Guerra, que definió con clase para sellar el 5-0 definitivo.

Fue una noche soñada para Universidad de Chile, que mostró jerarquía, buen fútbol y contundencia. El duelo de vuelta se jugará la próxima semana en Asunción, donde el equipo buscará sellar su paso a la siguiente ronda con la misma seriedad y concentración.




Adelante estudios.

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